Carta a mi Padre

 Ejercicio literario, terapéutico y muy liberardor, así como un escrito que tiene suma importancia en mi vida, para un hombre que me ha dado tanto, pero sobre todo valores y principios bien fundamentados, a quien respeto y admiro, y ahora que está en esta parte de su vida, le escribo desde la hija que me hubiera gustado tener, con mucho respeto, con mucho amor y siempre bajo el poder de elección de comunicar lo mucho que le amo desde mi crecimiento emocional. Una carta que puso al límite mis emociones. Agradezco a @Gabriela Torres por su Taller de Soledad a Solitud, que me inspiró a escribir esta "Carta a mi Padre". 

Jueves, 15 de Julio de 2021.

 

Querido papá:  

 

Cuando niña tú te hiciste cargo de que mi cuerpo se ejercitara, cuando crecí y cumplí 12 años, me metiste a un equipo de voleibol, en él me diste innumerables enseñanzas que desafortunadamente en aquél entonces no valoraba tanto, sí te escuchaba con mucha atención, pero reconozco que muchas de esas enseñanzas no las entendía. Pero hubo una que me quedó muy clara,  siempre debes hacer un doble esfuerzo, y no hay nadie que lo pueda hacer más que tú. Tú eres la única que puede y tiene que hacer el ejercicio, nadie puede hacerlo por ti. Si quieres ser mejor jugadora, saltar más alto, y ser cuadro principal, tienes que esforzarte. 

 

Alguna vez, un día cuando veníamos subiendo las escaleras, ya tarde, un día entre semana; me dolía todo el cuerpo muchísimo por ese ejercicio arduo de los entrenamientos y me dijiste, me gustaría poder quitarte ese dolor que tienes pero no puedo, ni modo son cosas que tendrás que aprender a sobrellevar para ser mejor.

 

Pues bien, hoy papá me gustaría regresarte un poco de las enseñanzas que me diste durante toda mi vida.

 

Hoy en esta etapa de tu vida, así como en cualquier etapa te pido que te esfuerces para estar mejor, no hay nadie que lo haga por ti y créeme, me encantaría quitarte el dolor que sientes y las incomodidades que ahora tu cuerpo siente, pero no puedo, tendrás que aprender a lidiar con ello es parte de tu vida ahora, pero lo que sí puedes es ayudarte a menguar esos dolores, esas hinchazones, esas nuevas y nada placenteras de la edad; no hay nadie que lo pueda hacer por ti, “Tú eres responsable de tu cuerpo y de elegir cómo quieres vivir esta etapa de tu vida”. Si con el ejemplo del buen vivir, o dejando que tu cuerpo se deteriore más y más cada día, por que si no comes sano, lo que tú puedes comer, si no te mueves mucho, las hinchazones seguirán.

 

También quisiera hablarte de mi madre, bien sabes que ella hace mucho por ti, y sé que ella te ama demasiado, y le encanta que la estés jeringando; pero también es cierto que ella no sabe de los cuidados que tu cuerpo necesita, o quizá sí; pero no quiere hacerte enojar, y quiere que vivas feliz comiendo y haciendo lo que tú quieres; y es cierto es más fácil comprar que hacer… pero también puedes tú ayudar a ayudarte, sugiriendo que te gustaría un arroz sin sal, una pechuga sin sal, y cosas así pues sin sal. Sé bien que yo no estoy aquí para verte o cuidarte; también reconozco que no entiendo todos los sentimientos y dolencias que pasa ahora tu cuerpo, tu mente y tu espíritu, pero también reconozco que mi papá no se rinde, mi papá me enseña con el ejemplo cómo cuidarme, mi papá se adapta, mi papá aprende y se instruye de conocimientos nuevos para ayudarse a sí mismo porque reconoce lo que es sano y más tarde cuando domina el tema, mi papá ayuda a otros como él a entenderse mejor y  ser más saludable, intelectual, emocional, física y espiritualmente a otros, por que mi papá es un maestro que enseña con el ejemplo.

 

Sé que es difícil lidiar con la oposición, y que sus costumbres son más confortables, requieren menos esfuerzo; pero también es cierto que mi hermana te ve y tú eres un ejemplo para ella, más ahora que te necesita tanto. Ambas, que yo te veo, y comparto tu espíritu luchador, sanador y de ayuda a los demás; siempre serás mi guía espiritual y sé que mi guía necesita un empujoncito, y aquí estoy para dártelo. Con el corazón en la mano papá, quisiera pedirte que te escucharas a ti mismo y que sigas tus propios consejos. Es un round más y sé que estás cansado, pero velo así, hay que pelear hasta el final con todos los conocimientos y herramientas que tenemos; aprovecharlos a nuestro favor y ayudarnos a vivir de la mejor manera, con un semblante alegre, feliz y amoroso.

 

TÚ ME INSPIRAS A VIVIR FELIZ, a superarme para ayudar a otras; GRACIAS!

 

Ya casi para terminar me gustaría que escucharas la siguiente frase de Víctor Frankl: “La última libertad humana, el poder elegir cómo reaccionar a cada experiencia”, el poder elegir cómo vivir este momento. Él vivió en un campo de Concentración durante el Holocausto judío; era psicólogo y ocupó su tiempo para analizarse a sí mismo y escribir sobre lo que des-cubría de él y de los que le rodeaban, luego escribió un libro para compartir sobre sus aprendizajes de vida y más tarde hasta se elaboraron teorías psicológicas al respecto.

 

Ahora bien quisiera hablarte de algo que he aprendido durante mi formación en Centro Vivir Libre una herramienta que se llama “E-R”, basada en “Estímulo-Respuesta” esto es basado en el espacio donde radica nuestro poder a elegir de forma consciente la respuesta a una estímulo, reconociendo que el estímulo no puede cambiar pero lo que sí puedo controlar y elegir es mi respuesta, mi emoción ante el mismo y helo aquí radica nuestro crecimiento y nuestra felicidad; podemos elegir enojarnos, gritar, fastidiarnos y patalear, (sería muy divertido) pero también podemos elegir no contestar, elegir sonreír, elegir divertirnos, elegir bien para cuidarnos a nosotros, elegir aunque esté cansado, descansar por un tiempo determinado y luego ayudarme a mí mismo, a esto le llamamos hacernos responsables de nuestras emociones, reconociendo que soy el único que puede ayudarse a ser feliz, así como el único responsable de cuidar mi cuerpo, mi mente, mi espíritu y mis emociones.

 

Buscar un significado a lo que nos falta por dar, es parte de lo que a todos nos toca reflexionar llegado el tiempo, sé que quizá esta pregunta ya te la habías hecho, ya lo habíamos platicar, y ¿si te contestas esto? y ¿te animas a hacerlo?, yo te ayudo.

 

Quizá contestarte ¿Qué es lo que puedo hacer por mí en esta situación?

¿Cómo puedo reaccionar mejor? Sean respuestas que te ayuden a darte cuenta que tienes más opciones por elegir y hacer más por ti en estos momentos. Por que te lo mereces, porque eres un hombre hermoso, maravilloso; que ha formado una familia hermosa, con hijas formidable, que ha cultivado un amor único, un amor eterno con una mujer ejemplar.

 

De todo corazón quisiera invitarte a reflexionar en esta otra frase del mismo Víctor Frankl.

 

“LA LIBERTAD ES UNA CONDICIÓN INTERNA DE LA PROPIA PERSONA”

 

Ahora contéstate esto:

 

¿Qué calidad de vida quieres tener en esta etapa?

 

Enfoquémonos en lo que puedes hacer, en poco, pero lo puedes hacer, enfoquémonos en ti, para tu propio bienestar, eres el único que se puede ayudar, y eres el único que puede cuidar su cuerpo como el gran profesor y especialista en cuidados del deportista que eres, que tal si sí, sigues tus propias enseñanzas y unos dejas a mi hermana y  a mí ver el gran ejemplo que nos enseñará a ser las grandes mujeres que podemos ser hasta la próxima etapa. Por que allá vamos papá.

 

Gracias por enseñarme tanto, gracias por ponerme las bases para una gran vida feliz.

 

  

Te amo papá.

 

Tu hija Vicky

 

 

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¡Gracias!

Dios te bendiga.